A
la hora de poner un inmueble a la venta lo primero que hacemos todos
es ver qué precio le podemos poner para venderlo más o menos
rápido, pasando en segundo lugar a realizarle unas
fotos lo suficientemente buenas para nosotros con el objetivo de publicarlo en alguna web
especializada.
En la mayoría de las ocasiones esto es suficiente para
llamar la atención y conseguir su venta, pero casi siempre nos
perdemos en lo general sin prestar atención en los detalles que al
final es lo que marca la diferencia. Respecto al interior de la vivienda si esta está vacía o mal decorada al posible comprador le costará hacerse una idea de como será una
vez la haya comprado, e incluso le podrá producir rechazo y no verá su potencial. No ostante un espacio amueblado y decorado con criterio con
el objetivo único de su venta le aportará un valor añadido para conseguir tal fin. Como resumen indicar que ni una casa amueblada con los recuerdos de la
abuela ayuda a verder ni un espacio totalmente diáfano lo asegura,
solo un proyecto en decoración de interiores preestablecido teniendo en mente su
venta marcará la diferencia.