En los años 60 y 70 fueron parte
fundamental de cualquier proyecto de decoración que se considerara “in”, en los
80 y 90 fueron cuestionados, pasando a ser incluso considerados por algunos como
de mal gusto… ¿de qué hablamos?…hablamos de papel pintado.
El origen del papel pintado lo
podemos situar en Oriente desde el que llegó a Europa durante el siglo XVII gracias a los
intercambios comerciales. Un buen ejemplo del gusto por lo oriental de esta
época lo podemos encontrar en la Casa Harewood en el Reino Unido. Su popularización se produjo con
la llegada de la Revolución Industrial gracias al abaratamiento que supuso la
incorporación de los nuevos procesos productivos aplicados a su fabricación.
Actualmente el papel pintado no
solo esta de moda, sino que es un recurso muy utilizado para dotar a los
espacios de acabados que mediante el uso de otros recursos como la pintura,
seria casi imposible conseguir. En cuanto a la variedad de diseños que podemos
encontrar en el mercado decir que es muy amplio, pudiendo encontrar desde acabados
orgánicos hasta los que proporcionan un efecto de trampantojo.